viernes, 2 de mayo de 2025

Comentario Crítico sobre Naraku y Otros Personajes

Dado que algunos han manifestado interés por mis extrapolaciones basadas en el manga –ya sea respaldadas por fuentes oficiales o surgidas de interrogantes personales–, me ha parecido pertinente abordar un tema que, aunque a primera vista pueda parecer menor, resulta llamativo para quienes se interesan en la naturaleza más profunda de Naraku: su relación con la sexualidad.

Tanto en el manga como en el anime, Naraku se muestra distante frente a las mujeres y a cualquier manifestación de coquetería. No obstante, esta aparente indiferencia no debe confundirse con ignorancia ni con falta de experiencia respecto al deseo carnal. La obra, evidentemente, no busca representar tales aspectos de forma explícita. Sin embargo, Onigumo –la raíz humana de Naraku– albergaba esos sentimientos, y lo que podría considerarse una experiencia común en lo humano, incluso si se presentaba de forma descarada, parece ser la gota que sella una marca: algo que uno lleva consigo inevitablemente... No sólo en relación con la sacerdotisa que lo cuidó, sino con las mujeres en general. Esa inclinación no es un simple capricho, sino una manifestación visceral de su naturaleza humana, de esa necesidad de fundirse con lo femenino.

Este impulso no desapareció con el surgimiento de Naraku; al contrario, se integró desde su origen. Un ejemplo claro de ello es el comportamiento de Musō (que remite a cómo actuaba Onigumo), cuando le dice a Kaede que, si fuera más joven, “viviría más tiempo”. Una frase cargada de crudeza, pero también de una intención lúcida. Estas expresiones demuestran, una vez más, que Naraku no es ajeno al conocimiento del deseo humano; ha experimentado, directa o indirectamente, las pulsiones que definían a Onigumo.

Cabe destacar, además, que Naraku no está limitado a una sola expresión de género. Y no me refiero únicamente a sus habilidades de transformación o manipulación corporal –propias de un nahual–, sino a su esencia misma como entidad híbrida compuesta por múltiples seres. Naraku puede adoptar, sin conflicto, una forma masculina, femenina o incluso ninguna, ya que su identidad no se construye sobre un género fijo. En este sentido, es una criatura única dentro del universo de la obra: escapa a las categorías tradicionales y encarna una fluidez ontológica que lo vuelve aún más aterrador. Para quienes se preguntan si Naraku es masculino o femenino, bien podría habitar una línea que no es ni una ni la otra.

Por supuesto, Naraku es un personaje "difícil": cada vez que se le analiza, surgen nuevos temas que se ramifican en distintos subtemas. Por eso, estas ideas apenas son una entrada; cada aspecto merece su propio espacio y tiempo, pues no se puede llegar y subestimar la naturaleza de nuestro Naraku.


Naraku: Análisis desde la Fuente Oficial del Manga

 ✨ Echando un vistazo a los paneles del tomo 30 del manga ✨ Cuando muere, Naraku no lo hace en paz. Su final es violento, sangriento, y está...