domingo, 6 de octubre de 2024

Rumiko Takahashi sobre Naraku: Declaraciones Oficiales

«El personaje de Naraku es el de preferir la destrucción al control y querer que todos mueran. Aunque, tal vez, solo quería ser amado por alguien de corazón».

𝗣𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗥𝘂𝗺𝗶𝗸𝗼 𝗧𝗮𝗸𝗮𝗵𝗮𝘀𝗵𝗶.

Vamos a extrapolar un poco la entrevista de Takahashi y profundizar en las razones que impulsan a Naraku a actuar como lo hace, o al menos en una de las tantas que menciona la autora.

La soledad debe ser aún más devastadora para un monstruo. Para alguien que nunca ha conocido el verdadero amor, que ha vivido sin él y que ha llegado a aceptar que su soledad será su eterna compañera. Alguien que ha hecho las paces con esa oscuridad, sabiendo que lo seguirá para siempre. Y, sin embargo, esa misma oscuridad que ha abrazado como parte de sí mismo actúa también como una cadena que lo mantiene atado. 

Es como una prisión autoimpuesta. Al construir su identidad sobre el rechazo a cualquier tipo de conexión, Naraku se ha convencido de que la verdadera fortaleza reside en la crueldad, en despreciar y reprimir sus propias emociones, y en aplastar todo lo que pueda haber de bueno o humano en él. Así que, de manera bastante irónica, es precisamente este comportamiento, diseñado para distanciarlo de su humanidad, el que pone de manifiesto cuán profundamente humano es Naraku; en su esfuerzo por ser implacable, ha abrazado lo más humano de todo: la capacidad de herirse a sí mismo.

Es un monstruo, sí, un asesino. Sus manos han sembrado violencia y destrucción, han herido a las personas y jugado con ellas. Pero tal vez, en el fondo, una pequeña parte de él anhela amor, un amor genuino. Y ahí está, su contradicción, algo que muchos no comprenden de él: Naraku decide ignorar ese deseo, lo rechaza. Lo odia, se odia a sí mismo por esa debilidad. Le da vergüenza, y la vergüenza que siente es tan profunda que la entierra bajo capas y capas de odio y desprecio, la desestima como si no fuera más que una anomalía que debe ser erradicada.

Entonces, es bastante claro que prefiere la destrucción y el caos a todo lo demás, así que lo primero que hace es ignorar ese diminuto deseo de amor que alguna vez pudo haber sentido. Opta por el dolor y el poder, dos fuerzas que, a diferencia de sus vulnerabilidades, no le causan vergüenza. El poder, en su visión, es absoluto, indiscutible, y no tiene por qué sentir remordimientos por buscarlo y abrazarlo con fervor.  

Qué hombre tan contradictorio es Naraku. Tan cruel y tan vil y tan trágico en su soledad. No hay mejor metáfora para definirlo que el de un alacrán clavándose su propio aguijón.
El anime no se centra mucho en las expresiones de Naraku, pero en esta imagen, su semblante taciturno deja en claro cuán solo se siente.

Naraku: Análisis desde la Fuente Oficial del Manga

 ✨ Echando un vistazo a los paneles del tomo 30 del manga ✨ Cuando muere, Naraku no lo hace en paz. Su final es violento, sangriento, y está...