𝐍𝐚𝐫𝐚𝐤𝐮 𝐞𝐬 𝐞𝐱𝐭𝐫𝐚ñ𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐨𝐬𝐨 𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐨𝐣𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐞𝐜𝐭𝐨𝐬.
Nuestros cuerpos son extraños. Aterradores a veces. Y también hermosos. Pero, ¡vaya frustración! No es algo que la gente tienda a charlar en las típicas situaciones sociales, ¿verdad? Pero, ¿por qué no deberíamos hablar de ello? Todos lidiamos regularmente con la rareza y la belleza de nuestros cuerpos al mismo tiempo. ¿Por qué deberíamos mantener todos esos pensamientos ocultos? Aunque las normas sociales aún no hayan avanzado lo suficiente como para hacerlo una conversación común, al menos verlo en diferentes medios ayuda a normalizar las complejas relaciones que todos tenemos con nuestros cuerpos.
Empecemos:
El horror corporal es un género narrativo que se enfoca en los miedos generados por preocupaciones relacionadas con el cuerpo humano, típicamente alterado o mutilado de manera anormal. Existe una larga tradición de este tipo de terror en diferentes medios, pero "InuYasha" ha demostrado ser especialmente efectivo en explorar este tema, a pesar de que a menudo se le asocia más con relaciones y romance. ¿Alguna vez se han detenido a reflexionar sobre el tono de terror y fantasía oscura que impregna este manga?
Dado que esta forma de arte es inherentemente visual y puede transportar al espectador a otro mundo, los terrores de este subgénero se plasman de manera hermosísima en cierto personaje...
Sí, estamos hablando de Naraku.
Muchas de las transformaciones y la disforia que Naraku a veces parece profesar podrían clasificarse como "terror corporal" u "horror corporal". Sí, tal vez no fuese la intención original de Rumiko, pero de todas formas se logra explorar involuntariamente este concepto a través de Naraku.
El terror puede adoptar tantas formas que una historia aterradora es capaz de ser completamente diferente a la siguiente, a pesar de pertenecer al mismo género. Algunos subgéneros se centran en asesinos en serie enmascarados, otros abordan temas políticos más amplios, pero sólo uno elige enfocarse en la espeluznante verdad de lo que se oculta en nuestro interior.
Lo hemos mencionado antes: el horror corporal es ese subgénero del terror que se adentra en la perturbadora violación de la estructura básica de la forma humana. Si bien la mayoría de las obras de terror presentan horrores indescriptibles hechos de carne y hueso, el horror corporal presta especial atención al proceso y al significado único detrás de sus efectos...
¡Oh, sí, Naraku tiene mucho de esto! ¡A que sí!
Por un lado, es simplemente un excelente vehículo para ofrecer imágenes desconcertantes que no se encuentran en ningún otro género. Y aunque existan razones más profundas por las que nos sentimos atraídos por el horror, sería una mentira decir que no podemos disfrutar también de los placeres superficiales, como presenciar escenas de muerte únicas o tomas excepcionalmente inquietantes...
Ufff, ¿cuánto de eso hay en el manga de InuYasha? ¡Muchísimo!
Para el horror corporal, toda la esencia de este subgénero abre la puerta a una variedad de contorsiones retorcidas del cuerpo humano que son difíciles de encontrar en cualquier otro género. Y Rumiko Takahashi lo maneja de forma maravillosa.
El horror corporal tiene una tendencia a llevar la forma física de sus sujetos al límite y más allá; tal vez para los no iniciados las imágenes pueden parecer sólo un espectáculo vacío, pero este subgénero es propenso a abordar temas sociales. En los buenos ejemplos, el disgusto visceral que provoca rara vez carece de propósito.
Y, de nuevo, se puede aplicar todo esto en Naraku.
"Body horror" rara vez es el resultado de violencia directa o derramamiento de sangre. En su lugar, explora enfermedades, mutilaciones, invasiones y corrupción desde dentro. Piensa en parásitos que deforman a sus huéspedes, tumores que pudren desde adentro a sus víctimas o personas transformadas en algo completamente distinto mediante manipulaciones poco éticas. Es la materialización de nuestros miedos más profundos sobre lo que puede sucederle a nuestro propio cuerpo.
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